Viajando hacia los confines del universo, la sonda Pioneer 10, lanzada el 2 de marzo de 1972, dejó de transmitir su señal para siempre el 23 de enero de 2003, perdiéndose en su infinito viaje hacia la estrella Aldebarán, en la constelación de Tauro, donde llegará en un millón seiscientos noventa mil años. Es el primer satélite que llegó a la órbita de Júpiter, enviando por primera vez en la historia, fotografías detalladas de su tormentosa naturaleza gaseosa. Además atravesó también por primera vez la órbita de Neptuno, perdiendo así su débil señal a 12 mil millones de kilómetros de la tierra. Esta sonda contiene además una placa de aluminio inscrita con un mensaje simbólico creado por los astrónomos Carl Sagan y Frank Drake, basada en los dibujos de Da Vinci, en los que se detallan aspectos esenciales de la existencia humana.
La sonda Pioneer 10 fue lanzada un 2 de marzo de 1972 a la 01:49:00 UTC (hora local el 2 de marzo) desde Cabo Cañaveral Florida EEUU. Fue la primera sonda enviada por la NASA que fue capaz de llegar hasta la órbita del planeta Júpiter, el cual fue el objetivo principal de su misión, y desde donde envió sus primeras y más impactantes imágenes.
En Junio de 1983 se convirtió en la primera sonda que atravesó la órbita de Neptuno, para luego, debido a su distancia, la emitir su última y débil señal el 23 de Enero del 2003, encontrándose ya a unos 12 mil millones de kilómetros de la Tierra. Desde entonces, la humanidad perdió total comunicación con esta sonda y se calcula que, en estos precisos instantes, se encuentra de camino a la estrella gigante naranja, Aldebaran, a 65.23 años luz de la Tierra. Esta estrella también se puede ver en el cielo de noche, en la constelación de Tauro.
La placa
Algo que resulta particular de esta sonda es que lleva consigo una placa de aluminio inscrita con un mensaje pictográfico que informa, a alguna posible civilización extraterrestre que pudiese encontrarla, acerca del ser humano y sus particularidades, así como su lugar de procedencia, el planeta Tierra. Esta placa fue diseñada por el famoso astrónomo y divulgador científico estadounidense Carl Sagan y por el también astrónomo Frank Drake.
Los dibujos originales se basaron en los de Leonardo Da Vinci y fueron diseñadas por Linda Salzman Sagan, esposa de Carl. De hecho, fue el mismo Sagan quien persuadió a la NASA para que las Pioneer llevaran la placa. A la izquierda de esta se puede ver un haz de líneas que parten de un mismo punto: el Sol; las líneas indican la dirección de los púlsares más significativos cercanos a nuestro sistema solar. Según el gráfico, estas líneas constituyen nuestra «dirección» en el universo. Una civilización más avanzada que la nuestra y con el conocimiento de los púlsares, podría interpretar apropiadamente la placa. El esquema situado en la parte superior izquierda de la placa representa una inversión en la dirección de spin del electrón (figura 2), en un átomo de hidrógeno, que es el elemento más abundante en el universo. Por último, en la parte inferior se representa un esquema del sistema solar, con los planetas ordenados según su distancia al Sol y con una indicación de la ruta inicial de la sonda. Esta placa es precursora de los discos de oro incluidos en las sondas Voyager enviados al espacio en años posteriores.
Carl Sagan
Carl Edward Sagan nació un 9 de noviembre de 1934 y fue un astrónomo, científico planetario, astrofísico, cosmólogo, astrobiólogo, poeta, autor y sobretodo divulgador científico. Alumno brillante de la Universidad de Chicago, trabajó en numerosas investigaciones en los campos de la biología, la física y la astronomía. Trabajó estrechamente con la fuerza aérea estadounidense y con la NASA, además de con reconocidos científicos de su tiempo. Fue catedrático asociado de la Universidad de Harvard y posteriormente de la Universidad de Cornell, desde 1976. Autor de numerosos documentos científicos y más de 20 libros, es considerado un maestro en la explicación de temas complejos de física cuántica y astrofísica al público en general. Escribió y condujo el galardonado programa «Cosmos» en la década de 1980, visto por más de 500 millones de personas en más de 60 países.
El legado de Carl Sagan es inconmensurable y, a pesar de su desaparición el 20 de diciembre de 1996 (a los 62 años), sus investigaciones y material de divulgación científica sigue siendo considerado como un referente de la cultura contemporánea. En tiempos recientes, la serie «Cosmos» ha sido retomada por Neil deGrasse Tyson, un admirador y discípulo de Sagan que ha contribuido a mantener su leyenda viva.
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«A veces creo que hay vida en otros planetas, y a veces creo que no. En cualquiera de los dos casos, la conclusión es asombrosa»
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